Esperar...

Que implica ser paciente para esperar algo que deseamos como nada en el mundo?..

Estamos concientes de que estamos esperando ese algo que creemos nos dará la felicidad infinita y simplemente nos aferramos a la idea de que nos merecemos ese milagro. Pero que hacemos mientras llega?. Damos pasos a ciegas tras ese destino, hacemos algo para llegar a él o simplemente nos detenemos en la vida a ver como nos pasa el tiempo por delante y quizás junto con ello oportunidades grandiosas para nosotros. Estaremos concientes de que también eso ocurre, que muchas esperanzas llegan a nuestras puertas, pero no les damos paso , y me pregunto ¿por qué?... Que fuerza nos ata a la espera?.

Espera que puede resultar eterna , quitarnos la juventud o resultar una estupidez.

Me nace una interrogante, ¿Valdrá la pena esperar por ese algo que entendemos nos dará la felicidad eterna, que hecho determinará que sí, que valió la pena aguantar un poco más por lo querido por nuestro espíritu; será el finalmente tenerlo o el entendimiento de que no se nos concedió ese milagro vestido de éxito para nuestras almas, y es ahí entonces cuando sabremos si valió la pena aferrarnos a la mágica idea de que Dios nos dará ese milagro que le pedimos cada día, en cada respiro de vida que pudimos tener, en cada momento que supimos soñar, entonces me llega a la memoria...una frase: sueños , dulces sueños, quizás nunca los logre, pero que bueno que los tuve, porque me mantuvieron vivo.

Autor: Altagracia Rodirguez Soto, "Tata"