Te amé tanto que, un día, abandonó mi alma
la cárcel de su cuerpo. Errátil, y no hallándote,
regresó a la morada que yo daba por mía.
Mas no estaba mi cuerpo donde allí lo dejara,
sino el tuyo, vastísimo, como un templo de oro.
y no le diste asilo. Y ya no tendré muerte.
VICENTE NÚÑEZ ( España )
1 comentario:
Che dejate de huevadas y vive tu vida lo mejor que puedas
tus mejores amigos
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